The Social Dilemma: ¿Desinstalar tus redes sociales?
AutorMirled Gil
Publicado
11 de octubre de 2020
Irónicamente, todas las redes sociales se llenaron de anuncios, noticias y opiniones sobre el documental dramático de Netflix The Social Dilemma desde su estreno en la plataforma el 9 de septiembre de este año. Si no lo has visto tienes dos opciones, ir a verlo antes que nosotros te spoileemos (y volver después a leer esto, claro) o quedarte y que nuestra opinión te sirva como reseña para decidir si vale la pena. De cualquier forma, por primera vez o para refrescar tu memoria, te contamos que en resumen la producción se trata sobre cómo las redes sociales destruyen la verdad y entran subconscientemente a cambiar la forma en la que las personas percibimos el mundo, lo que nos convierte en la materia prima de las máquinas.
¿Tenemos un problema con nuestro consumo digital?
Esta premisa generó un sinfín de debates entre aquellos que están de acuerdo y los que niegan que la situación sea un problema. Hay gente sorprendida, molesta, y otros como este usuario en Twitter que piensa que “The Social Dilemma de Netflix es algo que ya sabíamos pero que no queremos reconocer”.
Nosotros nos sentamos a verlo un par de veces, y luego de analizar cada parte llegamos a una difícil conclusión: estamos en un punto intermedio. Hay pros y contras en el documental, y desglosaremos algunos.
Podemos concordar con que es preocupante la cantidad de información nuestra que poseen las empresas tecnológicas del mundo. Les permitimos acceder a todos los detalles de nuestras vidas hasta el punto que pueden predecir nuestras acciones y nos conocen más que lo que nos conocemos a nosotros mismos. También estamos de acuerdo con que sabemos muy poco sobre la tecnología que es capaz de lograr eso, la Inteligencia Artificial que está en manos de un pequeño grupo de personas y podría salirse de su control en cualquier momento, no en forma de un robot que conquistará el mundo, sino de procesos silenciosos que son capaces de modificar la conducta de millones en segundos.
La realidad es que esto seguirá avanzando, y The Social Dilemma tiene razón en asegurar que es necesario que las regulaciones aprendan a ir a la velocidad que avanza la tecnología a medida de lo posible, el mundo cambia y las leyes deben adaptarse para poder asegurar el buen funcionamiento de las sociedades ante nuevos fenómenos.
Por otro lado, la mayor parte del documental estuvo enfocado en el problema y sus culpables, mientras que el tiempo dedicado a presentar soluciones fue muy corto y quedó una pregunta fundamental sin responder: ¿Los usuarios no tenemos ninguna responsabilidad de las consecuencias de las redes sociales en el mundo? Estamos seguros que la respuesta es sí. Por más que quieran plantear que somos completamente manejados, en realidad las redes sociales no son nuestra única fuente de información, si fuese así sería imposible para nosotros ser informados de sus consecuencias a través de otros medios, como este documental. Eso quiere decir que tenemos en nuestras manos una de las herramientas más importantes del mundo: el poder de decisión y cambio.
Cambiar el consumo de contenido digital
En vez de sentarnos a señalar a los creadores de las redes, tomemos esto como una oportunidad para entrar en consciencia sobre la influencia que un me gusta, comentario o repost tiene sobre las vidas de otros y la nuestra. Muchas de las sugerencias de los expertos del documental -quienes son en su mayoría ex trabajadores de empresas como Facebook- hablan sobre el uso responsable de las redes sociales, y aunque algunas fueron demasiado radicales y poco realistas como sugerir eliminar todas las cuentas que tengamos, otras sobre la edad ideal para comenzar a formar parte del mundo digital, regulación del tiempo en pantalla, desactivación de las notificaciones y la verificación de fuentes como medida para combatir las fake news son útiles y aplicables para generar un cambio en nuestro día a día.
Otra alternativa mencionada fue seguir cuentas con puntos de vista distintos al nuestro para estar al tanto de lo que hacen y que el algoritmo no nos muestre solo lo que queremos ver. Esto es ideal para permanecer lo más objetivos posible. Todas las soluciones propuestas a los usuarios suenan coherentes, hacen que el cambio se vea posible y a nuestro alcance… nos preguntamos entonces, ¿Por qué fueron transmitidas en su mayoría durante los créditos? ¿No merecían más protagonismo? Dejaremos esas preguntas abiertas aquí para darte algo en lo que pensar.
En fin, ya nos extendimos mucho. La verdad es que The Social Dilemma da mucha tela que cortar y falla en mencionar todas las ventajas que las redes sociales han traído a nuestras vidas… pero eso será otro artículo. Por ahora, lo que te recomendamos es enfocarte en la parte del problema que puedes controlar: Aplicar las sugerencias de los expertos a tu vida online y tomar responsabilidad de tus acciones en ella. Si alguien que tiene en sus manos la plataforma para un cambio más grande nos lee, por favor úsala, no hay tiempo que perder.
Que el documental sirva para mantenernos en consciencia del problema, pero mientras seamos inteligentes el momento de borrar las redes de nuestros dispositivos aún no ha llegado.