Suele suceder, que estás en tus clases y te preguntas ¿por qué no me enseñan cómo trabajar en lo que me apasiona? Pasa que el sistema educativo actual no tiene nada de actual y los educadores, no solo en Venezuela, sino en casi todo el mundo, son muy mal pagados y su “vocación” se ve desplazada por un sentimiento de desánimo que muchas veces se transmite a quien escucha la clase.
Es difícil hablar en las aulas sobre temas como innovación, desarrollo de aplicaciones (con programas actuales); no hay educación financiera, las ventas no son relevantes en los pensum académicos, e incluso, en carreras relacionadas con las comunicaciones y el mercadeo no se habla de marketing digital o de estrategias para realizar campañas de Google ADS.
Esta estructura arcaica de educación, diseñada para los tiempos de la Revolución Industrial, donde se le enseñaba a las personas a ser empleados, no emprendedores; a seguir a un jefe y no su propósito de vida, a eso nos enfrentamos quienes creemos que este mundo de cosas nuevas, solo será construido sobre fuertes cimientos bajo nuevos conocimientos.
Seguro muchas veces te lo has preguntado, porqué Química, si quiero ser artista plástico; de qué me sirven las fracciones si me quiero dedicar a escribir, en fin, sabemos que la cultura general es muy importante para lograr una base, pero a lo mejor se le está dedicando mucho tiempo cuando lo que necesitamos es conectar inquietudes, habilidades… PROPÓSITOS, en función de eso que llamábamos vocación y que parece estar desvinculado a la vida diaria de muchos profesionales que trabajan como autómatas sin conseguir satisfacción alguna en lo que hacen.
¿Despertar?
En Zuliatec, siempre nos hemos ocupado por brindar soluciones tecnológicas que vayan orientadas a servicios de transformación digital desde la web, manejo de marketing digital, desarrollo de software, con orientación a ir más allá, educando y compartiendo nuestros conocimientos con emprendedores y jóvenes que no ven en el aula lo que les apasiona.
Si no vamos a un punto más práctico y racional, alejado de toda retórica asociada con los “sueños”, nuestros jóvenes no están siendo formados a la par de lo que exige el mercado laboral, lo que representa una disparidad compleja que trae consecuencias negativas al contratado y a quién lo contrata.
Para el contratado (en caso de ser empleado) o del emprendedor que inicia, el choque con el mercado “real” es muy duro, prácticamente con realidades tan diferentes a las que se muestran en las aulas, que por lo general lo que debería ser el sentimiento de superación por haber encontrado el trabajo soñado, se convierte en dudas y frustración que muchas veces lo llevan a desistir y tomar caminos diferentes.
Para el empleador, dueño de empresa, cuesta cada vez más la contratación de personal apto para los cargos y la empresa debe hacer inversiones, muchas veces altas y prolongadas para formar al personal. Nótese la diferencia entre capacitar al personal (siempre necesario para la empresa y para la superación del recurso humano) y formar, que prácticamente consiste en partir de cero, enseñarle al nuevo personal desde los fundamentos básicos de lo que debe hacer en su puesto. Ya lo decía Steve Jobs:
“No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo qué tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué tenemos que hacer”.
Lo importante, y lo que ya comienza a parecer un “despertar” en nuestra generación, es que cada vez es más común encontrar en los eventos en los cuales participamos, jóvenes estudiantes que nos plantean su deseo de formar parte de Zuliatec, porque sienten que en empresas como la nuestra lograrán obtener los conocimientos que en su universidad no se dan.
Así mismo, nos encontramos con jóvenes profesionales que cada vez más seguido toman como bandera el emprendimiento, tienen participación activa en fundaciones que brindan apoyo intelectual o de asistencia social a los más desposeídos, hacen networking, incluso se logran ver caras conocidas en cada evento, que nos hacen entender que, después de todo, cada quién tiene en sus manos la decisión de ir más allá o simplemente quedarse estancado.
Crimen intelectual
Más personas se inquietan cada día por el esquema educativo actual, uno de los grandes detonantes sin duda es el momento en el que simplemente toca incluir a los hijos en este sistema en el que se evidencia la obsolescencia de métodos que ya ni a los mismos educadores convencen.
En el año 2017, el especialista en Neuromarketing, Jürgen Klaric produce el documental “Un crimen llamado educación”, motivado por la experiencia que vivió con su hija cuando tenía 15 años, a la cual tuvo que retirar del colegio ya que sufría “acoso escolar psicológico” por siempre reprobar matemáticas. Desde ese entonces Klaric se propuso dos cosas, el primero convertirse en un activista e investigador de los nuevos modelos de educación y, por supuesto, ser él mismo el maestro de su hija.
Después de viajar alrededor del mundo y conocer los sistemas educativos de más 14 países, se realizó un estudio antropológico con el propósito de mostrar una visión clara sobre las repercusiones que tiene en la actual sociedad, el sistema educativo “Prusiano”, que tiene más de 200 años de antigüedad y que fue diseñado para cubrir las necesidades de la época. ¡Sí! Este sistema de dos siglos sigue vigente, pero simplemente se queda corto ante las necesidades de la nueva era, donde la educación financiera, tecnológica y orientada a generar valor en la sociedad deberían ser las vigentes.
Anthony Frassino, amigo de la casa y autor de libros como “Conoce tu futuro: El Daerin”; comentaba en una entrevista realizada por un portal de noticias en la web “La investigación de Jürgen Klaric se basa en la búsqueda de la evolución educativa, queremos que los maestros enseñen desde el corazón y no a través de un sistema de calificación igualitaria sin respetar las verdaderas necesidades de los estudiantes. Queremos que los padres y los gobiernos tomen conciencia sobre los errores que se cometen a diario. La educación tiene que evolucionar”.
Si crees que esto es otra tendencia, cifras alarmantes muestran que esto es un grave problema que ya debe mostrar soluciones en pro del bienestar de nuestros jóvenes. En una entrevista a la revista colombiana Semana Jürgen Klaric comentó
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) detectó 1.200 suicidios al año por el maldito sistema educativo, porque el papá lo vuelve loco al chico, porque la sociedad lo vuelve loco, el profesor, en muchas ocasiones, acosa psicológicamente al chico, y al chico lo sacan de la universidad porque reprobó, y el tipo se mete una bala por la cabeza”.
La solución
Como antítesis de las molestas y aburridas clases magistrales, desde mediados de esta década se habla de la verdadera “revolución educativa”, como respuesta a las necesidades que tienen los docentes de nuevos recursos y herramientas que le permitan llegar a la psiquis de los futuros profesionales y motivarlos a seguir sus propósitos. Como aparece reseñado en el portal Universia, “a través de las nuevas tecnologías y de herramientas tecnológicas, varios centros educativos están cambiando la forma de enseñar“.
Principalmente todos coinciden en la sinergia entre padres y docentes para lograr entender y fomentar las nuevas formas de aprender y enseñar para lograr una formación abierta, adaptada a la vida y en la cual sea entretenido aprender, no solo dentro de la escuela de 7 a 12, sino a las 24 horas del día y desde diferentes situaciones que nos conecten de forma práctica con lo que realmente queremos hacer.
Lo cierto es que desde Zuliatec, trabajamos incansablemente por llevar la bandera de la innovación y la disrupción en función de la adaptación de los jóvenes y adultos, a las nuevas tecnologías que hoy mueven al mundo.